Autores: Elba de la Cruz Malavassi, Viria Bravo y Fernando Ramírez
Unidad Académica: Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas (IRET)
Periodo: 2000 – 2012
Los datos de la importación de plaguicidas, combinados con los datos de toxicidad aguda y crónica de las especies subrogadas, se utilizan como indicadores de los peligros para la biota, según la clasificación de peligrosidad eco-toxicológica de los plaguicidas de la Dirección de Gestión de Calidad Ambiental (DIGECA). Una vez en el ambiente, los plaguicidas se dispersan y distribuyen en el aire, suelo, agua o biota, según sus afinidades químicas y físicas, contaminan el ambiente y causan intoxicaciones en poblaciones, comunidades y ecosistemas naturales.
La toxicidad aguda se refiere a los efectos adversos ocurridos a una población, en un periodo corto de tiempo después de la exposición. La toxicidad crónica se refiere a los efectos dañinos que ocurren a una población al día, semanas, meses e incluso años de estar en contacto con una sustancia. La toxicidad aguda suele ser expresada en forma de dosis o concentración letal media (DL50 o CL50); esto significa la cantidad de sustancia, que administrada de forma oral o inyectada (DL50) o presente en el medio (CL50) es letal para el 50% de los organismos expuestos por un periodo definido de tiempo.
La toxicidad crónica se puede expresar como la dosis o concentración más alta a la cual no se observan efectos en los organismos de prueba (CNOE o DNOE) ó como la dosis o la concentración más baja a la cual se observan efectos en los organismos de prueba (CLOE o DLOE).